Cd. Victoria, Tam.
Orgullosamente UAT
Luisa Álvarez Cervantes, luchadora social entre 1973 y
1995, hoy catedrática e investigadora de la Universidad Autónoma de Tamaulipas
(UAT), no vacila al referir la humildad de su linaje: “Nací en un lugar que no
aparece en el mapa, justo en el año del hambre”. Luego recalca, resumiendo los
frutos de su actuación como estudiante y profesora: “La vida no me debe nada,
yo le debo a la vida”.
De acuerdo con ella, el año del hambre fue 1956 y el lugar, una
ranchería perdida en el estado de Guanajuato, de donde la familia emigró al
Distrito Federal en busca de oportunidades. Por ser la mayor, desde su paso por
la primaria combinó la escuela con el trabajo, ya como empleada doméstica,
dependienta u obrera.
“Estoy orgullosa de haber sido sirvienta, pues a veces
uno no alcanza a apreciar la vida por no haber vivido lo suficiente”, dijo
recientemente a Radio UAT. “Yo sí he vivido”, agregó, y la frase fue el prólogo
de sus méritos políticos, que la llevaron a conocer a los veinte años la Unión
Soviética, y a fundar en Tamaulipas el Partido Socialista de los Trabajadores
(PST) a finales de los setenta.
Se inscribió en el turno vespertino del Colegio de Ciencias y Humanidades
(CCH) en 1970, siendo obrera en una fábrica de la capital. “Las condiciones
laborales injustas y en general la opresión hacia las mujeres me provocaron
hartazgo”, comentó. Se unió entonces al movimiento obrero y adoptó una
ideología radical, lo que desencadenó su salida tanto de la fábrica como del
seno familiar.
“Queríamos cambiar al mundo”, recuerda. Tal convicción
la hizo escalar puestos en el PST, fundado en 1975. Así, fue elegida para
visitar la URSS y Cuba. “Nunca había visto el mar. El primero que conocí fue el
de La Habana”.
La ocasión para obtener el registro del PST eran las elecciones de
1979, de modo que Álvarez llegó a Tamaulipas un año antes con la encomienda de
organizar al partido. “Participamos en el proceso, logramos mantener el registro
y en 1980 tuve una hija. No me aparté de la militancia, pero ya no pude andar
por todo el país”.
Fue ese año cuando se inscribió en la entonces llamada
Facultad de Ciencias de la Educación para estudiar la especialidad en Ciencias
Sociales, de la que se tituló en 1988, cuando el PST se integraba al Frente
Democrático Nacional, que abanderó la candidatura presidencial de Cuauhtémoc
Cárdenas, para disolverse un año después, al crearse el Partido de la
Revolución Democrática (PRD) mediante la fusión de varios partidos y
organizaciones.
Su trayectoria política representa 21 años de
militancia, primero en el PRT y luego en el PRD, una diputación local y una
federal, así como la participación en movimientos obreros, urbanos y
campesinos. Concluida esa etapa ingresó como maestra a su facultad, hoy Unidad
Académica de Ciencias, Educación y Humanidades (UAMCEH), donde comenzó
impartiendo Legislación Educativa.
“Le debo todo a la Universidad”, dice hoy refiriéndose a
sus éxitos académicos. “Gracias a ella hice las maestrías en Docencia e
Historia en la propia UAT y el doctorado en Filosofía en el Instituto
Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO)”.
No solo eso, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con
nivel 1, sus trabajos han llegado a la imprenta, prueba de ello son los libros La militancia ejemplar en el Partido
Socialista de los Trabajadores 1973-1987 y El reconocimiento. Démosle lugar al presente, así como diversas
obras en coautoría.
Fuente: www.josemarialealgutierrez.com
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